miércoles, noviembre 22, 2006

Esteban Ibarra, el amigo del Foro Social de la Sierra

Leyendo el fancine del "forrum social de la sierra" descubrimos que está basado en las opiniones de Esteban Ibarra.
Así la cosa y viendo que "Alpedrete Sostenible" se relaciona con esta gente creemos que los convocados a la celebre manifestación deben saber , no solo quien es el Forrum sino quien es Esteban.

El Movimiento contra la Intolerancia, anteriormente denominado Jóvenes Contra la Intolerancia, y presidido por Esteban Ibarra se ha especializado en el cobro de subvenciones de todo tipo, pese a carecer de una red de asociados que le permita una presencia más allá de los medios de comunicación. Se calcula que a lo largo del año 2004 percibió más de 30 millones de las antiguas pesetas en subvenciones de diferentes organismos públicos, entre los que se encuentran desde Ministerios hasta ayuntamientos. Esa cifra se multiplica hasta más de 150 millones a lo largo de los años que lleva funcionando. Pero ¿qué se oculta tras el Movimiento Contra la Intolerancia? Estéban Ibarra había sido miembro del Partido Comunista de España Marxista Leninista PCE(ML), organización que tras disolverse se reconvirtió en la Convención Republicana de los Pueblos de España. Durante su militancia en estas organizaciones de la izquierda radical madrileña Esteban participó en la fundación de Onda Verde, con la imagen de una radio alternativa. Sin embargo desde el inicio Onda Verde, fue dirigida como un lugar destinado al proselitismo político para la extrema izquierda y a la obtención de fondos y subvenciones, hasta el punto de cobrar a quienes querían emitir por la emisora.
A comienzos de los 90 varios compañeros de viaje de Esteban Ibarra de la época del PCE-ML, junto a este creaban Jóvenes Contra la Intolerancia, fijando su sede operativa en el piso del madrileño barrio de Lavapiés en que vive el SR Ibarra.. Ante la llegada al poder del Partido Popular y con ello la posibilidad de perder las cuantiosas subvenciones que recibía al estar excesivamente alineado a tesis identificadas con la izquierda, Esteban Ibarra decide dar un giro a Jóvenes Contra la Intolerancia. En primer lugar cambia el nombre de la asociación, que se transforma en Movimiento, sobre todo acuciado porque en todos los círculos juveniles y asociativos de la capital sonaba a chiste que una persona de más de 50 años fuera presidente de “Jóvenes” contra la intolerancia. En segundo lugar abandona casi totalmente una parte de su dialéctica contra la derecha y la extrema derecha y varía su discurso contra la violencia terrorista de ETA. Además comienza a presentarse ante temas a los que nunca había prestado atención, como la violencia doméstica. Como vemos, Ibarra tiene una clarividente capacidad para hablar siempre de aquellos temas que están en el candelero, y que por lo tanto le garantizan una presencia abundante en medios de comunicación. A su exiguo discurso hasta entonces Esteban Ibarra le añade temas de lo más diverso, como la homofobia, el maltrato infantil, derechos del pueblo gitano o la integración social de discapacitados. Incluso cambia su habitual indumentaria, abandonando el tradicional polo negro Lacoste y apareciendo con americana. Todo para demostrar su cambio ante las nuevas circunstancias políticas. Con ese cambio de imagen el PP le acepta como uno de los suyos hasta el extremo de otorgarle en 1998 la Medalla de Oro de la Comunidad de Madrid o nada menos que la Cruz de la Orden de Isabel La Católica en 1999 por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores. A partir de la llegada de nuevo del PSOE al gobierno tras el 11-M Estéban Ibarra vuelve a transformar de nuevo su imagen para volver a adaptarse a los tiempos del talante. De nuevo y ante el cambio de situación política reaparece en temas vinculados con la violencia de grupos de extrema derecha (caso Costa Polvoranca), la intolerancia religiosa hacia las minorías y especial la islámica o en informes sobre la violencia en los campos de fútbol. Incluso se le ha vuelto a ver en algún medio de comunicación con su famoso polo negro Lacoste. Pero ¿porqué todo este ir y venir? El Movimiento Contra la Intolerancia es una cáscara vacía, sin más militancia que la de Ibarra, su mujer y un exiguo grupo de colaboradores de siempre a los que han unido a varios jóvenes llegados hasta allí por la vía del voluntariado, y por tanto sin estructura real ni sistemas de financiación más allá de las subvenciones otorgadas por administraciones públicas. Esa necesidad de financiación pública hace que esta asociación no realice actividades relevantes más allá que las relacionadas con presencia en medios de comunicación o en manifestaciones o actos a los que hay asegurada cobertura mediática. Los más de 150 millones de las antiguas pesetas cobrados en subvenciones por esta asociación a lo largo de su vida justifican los permanentes vaivenes y da una clara idea de lo que representa en realidad el Movimiento Contra la Intolerancia.

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